Los trabajadores de Cocinas Comunitarias de Tucumán, pertenecientes al proyecto de la Dirección de Políticas Alimentarias, denunciaron la precariedad laboral en la que se encuentran y la falta de pago de sus honorarios correspondientes a enero y febrero. “Exigimos el pago inmediato de los honorarios adeudados y pedimos mejoras laborales que respeten los derechos básicos de trabajo y contratación”, apuntaron.
En total, son más de 60 técnicos territoriales que trabajan en más de 100 cocinas en diferentes localidades de la provincia, que representan a 12.000 niños y adultos. La mayoría de ellos son mujeres que “ocupan un rol activo en su comunidad, y trabajan para garantizar y promover el acceso a derechos”.
Los trabajadores pidieron el pago inmediato de sus honorarios adeudados correspondientes a enero y febrero y apuntaron a que los montos por honorarios de servicios se encuentran muy por debajo de la canasta básica.
Además, señalaron que su trabajo está enmarcado en una contratación mediada por una fundación, con contratos que “no garantizan derechos laborales básicos” desde hace 12 años.
Al respecto, reclamaron que se los vincula al proyecto como monotributistas, “corriendo por cuenta de los trabajadores los pagos de aportes jubilatorios y obra social, con cláusulas que no garantizan pagos mensuales”.
“Todo esto, intensificado por la innegable crisis económica que atravesamos como país, en la que, debido a la alta inflación, nuestros honorarios -que nunca son percibidos en tiempo y forma- quedan devaluados mes a mes”, manifestaron.
Peligro en la continuidad
Por otro lado, el reciente cambio en la dirección del proyecto, actualmente a cargo de Carolina Díaz Taballione, ha generado incertidumbre laboral, ya que “se plantea una perspectiva diferente de abordaje del proyecto”.
“Está centrada únicamente en garantizar el acceso a la alimentación, y restándole valor a otros aspectos del trabajo, como la promoción y el ejercicio de derechos, la formación y el acompañamiento colectivo que garantiza el crecimiento comunitario”, dijeron los trabajadores.
Es por eso que los técnicos territoriales advirtieron sobre “el peligro de la continuidad del proyecto”. “Esperamos la continuidad de “Cocinas Comunitarias” desde una perspectiva de derechos y nos declaramos en emergencia alimentaria”, apuntaron.
Asimismo, aseguraron que los dispositivos del mismo cumplen un rol fundamental en la vida de las mujeres que lo constituyen, “ya que no sólo permite garantizar la alimentación de sus familias, sino también posibilitan tejer redes colectivas fundamentales para el desarrollo”.
El reclamo, en efecto, busca “que se reconozca y valore nuestro trabajo, pidiendo a la comunidad hacer eco de nuestras quejas, que además de implicarnos como trabajadores nos implica como sujetos sociales”.